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    By Adriana Blanco

    Cuando se debe trabajar de pie durante largas jornadas laborales el empleado es propenso a presentar problemas de salud. Los padecimientos más comunes son el dolor, la fatiga muscular, la rigidez en el cuello y la hinchazón de las piernas.

    Ocupaciones como personal de salud, vendedor, operador de máquinas, técnico de laboratorio y encargado de seguridad exigen estar de pie la mayor parte del tiempo. A final del día, estos empleos son bastante extenuantes y perjudiciales.

    RIESGOS DE TRABAJAR DE PIE

    Cuando un trabajador se encuentra en una posición estática por largo tiempo, especialmente de pie, ciertas áreas de su cuerpo se deterioran. Esto se debe a que no tiene la posibilidad de alternar músculos y aquellos sobre los que más apoya, se sobreesfuerzan.

    Los riesgos más comunes de trabajar de pie implican:

    • Reducción del flujo sanguíneo a los músculos sobrecargados. Ello ocasiona dolor y fatiga en espalda, cuello y piernas
    • Inflamación de las venas que, a largo plazo, produce varices
    • Daños en las articulaciones de caderas, rodillas y columnas que derivan en trastornos reumáticos
    • Los tendones y ligamentos también se ven comprometidos, ya que son propensos al desgaste y la inflamación

    CONSEJOS PARA EVITAR QUE TUS EMPLEADOS SUFRAN POR TRABAJAR DE PIE

    Trabajar de pie suele ser bastante agotador y, en muchos casos, doloroso. Por lo tanto, los empleadores deben considerar ciertos aspectos para que sus trabajadores desempeñen sus labores de la manera más cómoda y segura posible.

    Optimiza el espacio de trabajo

    Un lugar de trabajo bien organizado y diseñado le permite al personal tener mayor movilidad. En este sentido, es necesario que el espacio se adecúe a la cantidad de trabajadores y mobiliarios para evitar obstaculizar el libre tránsito y el cambio de posiciones durante la jornada laboral.

    De igual manera, se aconseja que cada empleado cuente con sillas ergonómicas que le ayuden a descansar debidamente los músculos después de trabajar de pie por unas horas.

    Implementa sillas auxiliares

    Esta es una opción especialmente pensada para aquellos empleos en los que el personal debe estar de pie detrás de un mostrador, mesa o banco. En lugar de trabajar de pie, se aconseja poner a disposición del empleado un asiento de altura ajustable.

    La altura de estos mobiliarios se modifica frente al mostrador para que iguale o simule la altura normal del empleado. Lo ideal es que el personal utilice la silla auxiliar tanto como pueda para pasar la menor cantidad de tiempo posible de pie. De esta manera, evita perjudicar sus huesos, tendones y ligamentos, así como afectar su flujo sanguíneo hacia las piernas.

    La implementación de sillas auxiliares se puede combinar con el uso de un apoyapié. Este es útil cuando el empleado necesita pararse, pues sirve de soporte para apoyar un pie y luego el otro. Este movimiento intercalado aligera la tensión acumula en las piernas y la espalda.

    Mejora el material del suelo

    La superficie en la que se apoya el trabajador es de gran importancia. Principalmente, cuando se trata de trabajar de pie; pues, mientras más duro sea el suelo, mayor dolor y fatiga generará.

    Para evitar estas dolencias, es más beneficioso instalar pisos de goma o madera en el lugar donde permanecerá parado el empleado. Estos materiales son un poco menos rígidos y, por ende, más amigables con las plantas de los pies. Otra alternativa es colocar alfombras ergonómicas, también conocidas como tapetes antifatiga.

    Recomienda el uso de calzado adecuado

    El calzado correcto puede mejorar la jornada laboral. Cuando se trabaja de pie; los zapatos apretados, rígidos y con una forma poco anatómica empeoran el dolor en pies y piernas. Por ello, tus empleados deben usar zapatos que:

    • Permitan el movimiento de los dedos. De lo contrario, se disminuye el flujo sanguíneo y se genera más fatiga y dolor.
    • No alteren la forma natural del pie
    • Tengan cordones que permiten ajustar la presión
    • Contengan plantillas anatómicas y suaves que brinden comodidad
    • Dispongan de una suela con un soporte de arco adecuado para la planta del pie
    • No tengan tacones altos

    Prestar atención a estos pequeños detalles, puede hacer la diferencia entre un trabajador cansado y adolorido y uno que se sienta cómodo y saludable en su ambiente laboral.

    REDUCE LOS EFECTOS DEL TRABAJO DE PIE EN TU EMPRESA

    Aunque existen métodos para mejorar las condiciones de trabajo, mantenerse de pie por mucho tiempo siempre generará ciertas incomodidades. Para reducir estos efectos, recomendamos:

    • Brindar periodos de descanso en los que el personal pueda relajarse y descansar. Durante este tiempo, el empleado tiene la oportunidad de realizar ejercicios o pequeños masajes que ayuden a la circulación de las áreas más afectadas.
    • Capacitar a los empleados para que conozcan qué ejercicios de estiramiento pueden hacer en sus horarios de descanso para aliviar la tensión acumulada y relajar los músculos.
    • Ofrecer charlas de seguridad laboral para mejorar los hábitos en el trabajo en relación a la postura, forma de caminar, entre otros, con el objetivo de disminuir la fatiga muscular.

    Aunque trabajar de pie es una práctica común en ciertos empleos, no escapa de ser perjudicial para la salud muscular del trabajador. Por lo tanto, es necesario tomar medidas de prevención y cuidados pertinentes que contribuyan a paliar los efectos adversos de mantener esta posición en la jornada laboral.