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    By Adriana Blanco

    El nuevo modelo empresarial promueve el bienestar emocional de los empleados valorando su felicidad, satisfacción, diversidad y liderazgo. Así, una empresa saludable se opone a la vieja cultura organizacional en la que solo es importante cumplir con funciones laborales

    El mundo está cambiando ajustándose a los nuevos paradigmas sociales y, con él, también evolucionan ciertos aspectos en el ámbito laboral. Una prueba de ello es que atrás quedaron los días en los que los gerentes solo presionaban a sus subordinados para obtener los resultados deseados. 

    Este modelo ha sido sustituido por el de la empresa saludable. Se trata de una nueva forma de gestionar la cultura organizacional. En ella, se busca crear un ambiente de trabajo que favorezca la salud física y emocional de los empleados para dar lugar a relaciones sanas y armónicas. 

    Beneficios de crear una empresa saludable

    Este modelo se centra en satisfacer las necesidades emocionales de los empleados para generar un ambiente laboral productivo. En una empresa saludable, se crean una serie de acciones enfocadas a fortalecer la salud, el bienestar, la sostenibilidad y la seguridad de sus miembros. 

    Bajo esta cultura organizacional; las acciones del día a día se centran en orientar al recurso humano para tener un mejor rendimiento en sus espacios de trabajo. Gracias a ello, el personal aprende a gestionar sus emociones y especialmente, las negativas como el estrés, la ansiedad y el nerviosismo. También mejoran su capacidad de razonamiento y toma de decisiones. 

    Una empresa saludable valora la flexibilidad, el liderazgo, la diversidad y el desarrollo de capacidades. Por lo tanto, invierte en optimizar la satisfacción personal de quienes la conforman y por ende, su calidad de vida.

    El objetivo es cuidar del activo más importante de cualquier empresa: sus trabajadores; pues, de ellos depende la reputación y la productividad de la organización. Para lograrlo, debemos tener presente que los empleados felices tienen un mejor desempeño y conducen a clientes satisfechos. 

    Cómo saber si tienes una empresa saludable

    Crear una empresa saludable requiere compromiso, ya que implica instaurar nuevas formas de relacionarse y cumplir con las tareas diarias. Por lo tanto, se trata de una transformación que debe incluir a todos los departamentos. 

    En el camino para construir una empresa saludable, debemos proponer nuevos valores y creencias que estén orientadas a demostrarle a los empleados que forman parte de un equipo que se interesa por su bienestar físico y emocional. 

    Vale reconocer que diversos factores pueden perjudicar este proceso. Algunas organizaciones se esmeran por generar una cultura de trabajo más sana, pero aún tienen empleados descontentos, una baja productividad y una mala reputación. 

    El verdadero problema se halla cuando los líderes no saben reconocer qué está fallando. Si tu empresa está pasando por una situación similar, recomendamos evaluar estos 6 indicadores que te ayudarán a reconocer tus posibles desaciertos: 

    1. Respeto y trato justo

    En una empresa saludable, no existen preferencias por ningún empleado. Al tratarse de un equipo en el que todos aportan para el logro de una tarea, nadie puede ser más valioso por su posición en la jerarquía laboral. 

    Un error común por parte de los jefes es menospreciar el trabajo de sus subordinados. Esto puede generar tristeza, rencor y frustración en la persona subestimada y, a largo plazo, ocasiona tensiones en el ambiente laboral. 

    2. Sentido de pertenencia y orgullo

    ¿Tus empleados se sienten orgullosos por los logros de la empresa? Cuando se crea un equipo de trabajo comprometido e identificado con el entorno al que pertenece, es usual que un empleado se sienta orgulloso de las metas alcanzadas por la organización. Esto se debe a que entienden que ellos forman parte de ese éxito. 

    3. Diversidad de oportunidades

    Para sentirse útil, un empleado no debe acudir a la empresa para realizar mecánicamente el mismo trabajo todos los días. Lo ideal es que el ambiente laboral le presente retos con recompensa y le brinde oportunidades de ascenso.  

    La falta de motivación crea desapego y antipatía. Y eventualmente, estos sentimientos hacen que los empleados busquen oportunidades de crecimiento laboral en otras empresas. 

    4. Comunicación oportuna

    Una empresa saludable mantiene a sus empleados siempre al tanto de lo que ocurre respecto a las políticas y asuntos de la compañía. Ser abiertos con los empleados, incluso en tiempos difíciles, ayuda a que mantengan el compromiso con la empresa. 

    También es importante asegurarse de que cada empleado sienta que sus opiniones y recomendaciones son escuchadas y tomadas en cuenta. 

    5. Aprendizaje y capacitación

    Las empresas saludables invierten en su personal. En este sentido, brindar oportunidades de crecimiento mediante cursos y capacitaciones promueve un ambiente feliz, lleno de entusiasmo y motivación. Ello evita que los empleados se sientan deprimidos o “estancados” en su rol. 

    6. Bajas tasas de rotación

    Estas son grandes indicadoras de una empresa saludable. Una tasa baja de renuncias significa que los empleados se sienten a gusto en la empresa y no tienen razones para dejar su empleo. Esto también genera un beneficio económico para la organización, ya que disminuye la inversión necesaria para reponer el personal perdido. 

    Por otra parte, en el contexto de una cultura organizacional tóxica siempre habrán altas tasas de rotación y gastos 

    Cómo promover una cultura empresarial saludable

    Para construir una empresa saludable, no importa el tamaño ni el sector de la industria a la que se dirija la organización. El único aspecto relevante es cómo, a partir de los valores, cuidas de la salud emocional y física de tu personal. 

    Estos pequeños cambios te ayudarán a mejorar el ambiente de trabajo y la calidad de vida de tus empleados: 

    • Promueve la participación: anima a tu personal a contribuir con su opinión e ideas sobre el desarrollo de tareas en la empresa.
    • Preocúpate por ellos: mantente atento de sus necesidades, deseos y carencias y crea formas de satisfacerlas mediante otras actividades.
    • Empodera a tu equipo: capacita a tu personal para que sean capaces de tomar decisiones y expresar opiniones en relación a la gestión de un problema.
    • Reconoce sus logros: por pequeños que sean los logros de tus empleados, felicítalos. Es una forma de hacerlos sentir valiosos y mantenerlos  comprometidos con las metas de la empresa. 

    Crear un ambiente laboral más positivo y motivador es la mejor vía para aumentar la productividad y competitividad del personal. Sin embargo, requiere dedicación y compromiso. Una empresa saludable se construye día a día, por lo tanto, es producto de una suma de acciones dirigidas a preservar la salud de quienes la conforman.