Aunque el tipo de actividad no es excusa para descuidar nuestra salud o la de nuestros empleados, sí es cierto que existen algunos trabajos donde se corren mayores riesgos, ya sea por la actividad en sí o por el tipo de herramientas que se manejan. En este caso hablaremos del mundo de la restauración y de los riesgos en la cocina como ambiente laboral.
CONCEPTOS CLAVE
Lo primero que debemos hacer a la hora de tratar el tema de los riesgos en la cocina es diferenciar entre dos términos clave en lo que a la prevención de riesgos laborales se refiere: el accidente de trabajo y la enfermedad profesional. El accidente de trabajo es una lesión que sufre el trabajador a causa de sus labores. Estos accidentes son súbitos y son la consecuencia final de unas causas determinadas. Trabajando sobre ellas, es posible evitar los accidentes.
En cambio, las enfermedades profesionales —a diferencia de los accidentes— tienen un carácter más progresivo y paulatino, y responden tanto al desarrollo del mismo trabajo como a la exposición continua a elementos nocivos en el lugar de la actividad durante un tiempo prolongado.
MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR
En lugar de lidiar con los accidentes o las enfermedades profesionales, lo mejor es tratar de evitarlos antes de que se produzcan; es en este momento cuando entra en juego la prevención de riesgos laborales. Esta disciplina se compone de cuatro técnicas tales como:
- La seguridad en el lugar donde se lleva a cabo la actividad.
- La higiene del lugar de trabajo.
- La ergonomía y la psicosociología.
- Atención médica.
La primera técnica se basa eliminar directamente o, en caso contrario, tratar de reducir el riesgo de que se produzcan accidentes en el trabajo debido al lugar donde se lleva a cabo la actividad, las máquinas que se utilizan, etc. Por otra parte, la segunda técnica pone el foco de su atención en los riesgos laborales que conllevan el manejo de sustancias químicas y, por tanto, posiblemente contaminantes y nocivas.
La tercera técnica, la ergonomía y la psicosociología, se centra en la importancia de las condiciones del lugar de trabajo —como la iluminación y la temperatura— y las exigencias del mismo —ritmo de trabajo, tiempo, etc.—
Por último, es muy importante realizar de forma periódica reconocimientos médicos, así como promover la salud mediante campañas, cursos de formación, etc.
PESADILLA EN LA COCINA
Llegados a este punto, merece la pena tratar el tema sobre cómo evitar los riesgos en la cocina y, en caso de producirse algún accidente, cómo actuar correctamente.
Como ya imaginarás, la cocina es un entorno de trabajo repleto de herramientas que poseen un peligro inherente si no se manejan con cuidado. Uno de los principales peligros es el de sufrir cortes por culpa de cuchillos, picadoras o cristales. ¿Qué debemos hacer para evitarlos? En el caso de los cuchillos, es muy importante afilarlos correctamente y adquirir aquellos con mango antideslizante.
Cuando termines de utilizar el cuchillo, lávalo y sécalo con un trapo y con el filo dando la espalda a la palma de la mano, y por último depositalo en el lugar seguro que le corresponde. Ni que decir tiene que está completamente prohibido utilizarlos para algo que sea ajeno a su función natural, como abrelatas por ejemplo.
En el caso de las picadoras, procura no vestir anillos, pulseras y ropa holgada para no engancharte y utiliza siempre los empujadores, nunca introduzcas la carne a cortar con las manos. Si vas a lavar el equipo o simplemente has dejado de utilizarlo, es muy importante que lo desconectes de la corriente eléctrica.
Además de cortes, otro de los grandes riesgos en la cocina son las quemaduras. ¿Cómo podemos evitarlas? En el caso del manejo de sartenes, tapaderas, cacerolas, ollas, platos y demás utensilios de cocina que se encuentren expuestos a altas temperaturas, es de vital importancia equiparse con manoplas.
Para evitar riesgos en la cocina también es muy importante manejar con cuidado el aceite, es decir, no dejar que se caliente demasiado, depositar los alimentos lentamente con ayuda de alguna herramienta en lugar de lanzarlos y, si el aceite se incendia, nunca intentar apagarlo con agua; la forma correcta es cubrir la sartén ardiendo con un trapo humedecido pero bien exprimido.
Esto son solo algunos de los principales riesgos en la cocina y cómo evitarlos. Recuerda que lo principal y más importante para evitar mayores consecuencias es, por un lado, el correcto diseño del lugar de trabajo y, por otro, la formación de los mismos trabajadores de cara a la prevención y cómo afrontarlos.
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