Al hablar de ergonomía, nos referimos a la adaptación de las condiciones del lugar de trabajo a las exigencias físicas del empleo. Lo ideal es que las condiciones ergonómicas sean adecuadas y no afecten negativamente la salud de los empleados. Por ende; es necesario saber cuáles son los principales riesgos ergonómicos, así como también las medidas correctivas que existen para reducirlos.
La ergonomía también se relaciona con aspectos cognitivos y organizacionales, ya que la excesiva cantidad de trabajo ha de causar agotamiento y desestabilidad emocional; mientras que los daños físicos se hacen notar mediante lesiones musculares y dolores en partes específicas del cuerpo como la espalda y el cuello.
Es fundamental reconocer cada uno de los desencadenantes de problemas ergonómicos en el trabajo, pues influyen en la salud de los trabajadores y, a su vez, en su desempeño laboral.
RUTINAS QUE DAÑAN
Las actividades laborales varían de acuerdo a cada oficio. Por ejemplo, quienes trabajan en almacenes desempeñan ciertas tareas en las que deben levantar un peso mayor al de su cuerpo, e incluso, realizar movimientos repetitivos tales como agacharse y levantarse varias veces. Estas situaciones que representan riesgos ergonómicos.
Al llevar a cabo estas actividades que implican un sobreesfuerzo, el trabajador se expone a patologías como la artritis, tendinitis y artrosis. Tomando en cuenta estas amenazas a la salud, los empleados que desempeñen estas funciones deben considerar los siguientes aspectos:
- Cuando se realiza una misma tarea en la que se repiten movimientos por más de 20 minutos, lo ideal es hacer una pausa para descansar y relajar los músculos.
- Conocer y respetar el límite de las capacidades físicas permite saber cuánto esfuerzo se puede hacer para evitar poner en riesgo la integridad física.
Estas recomendaciones ayudan a que no se produzcan enfermedades músculo-esqueléticas que afecten los nervios, la estructura ósea y los tendones; además de otras patologías que se manifiestan a través del deterioro de los músculos y sensaciones dolorosas.
Los riesgos ergonómicos relacionados con este tipo de rutinas en las que se ejerce una fuerza física mayor ponen en peligro los codos, hombros, manos, muñecas y columna vertebral.
LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LA POSTURA
La espalda es una de las partes más afectadas por el trabajo. Por ello, es preciso hacer referencia al daño que pueden generarse en sus coyunturas, vértebras, ligamentos y músculos.
En este sentido, se debe cuidar la postura al sentarse, además de utilizar mobiliarios ergonómicos con los que sea más cómoda la realización de las labores en la oficina.
Adicionalmente, los especialistas recomiendan levantarse cada 45 minutos para estirar los músculos y articulaciones, y así evitar permanecer en la misma posición durante mucho tiempo.
De igual forma, si se comienza a sentir dolor en ciertos músculos ejercitados durante la jornada laboral, es necesario aplicar medidas correctivas. En algunos casos, lo mejor es acudir al médico para descartar lesiones o daños mayores.
RIESGOS ERGONÓMICOS EN LA OFICINA
Generalmente, aquellas personas que trabajan en oficinas suelen pasar horas sentadas frente a escritorios con computadoras. Para algunos, esto no implica la realización de esfuerzos físicos. Sin embargo, cuando estas actividades no se desarrollan en un espacio óptimo, también existe el riesgo de sufrir lesiones, tales como:
- Síndrome del túnel carpiano
- Desgaste por estatismo postural al estar sentado durante mucho tiempo
- Daños en la cervical
- Lumbalgia
No obstante, es posible reducir estos riesgos ergonómicos si en las oficinas se tienen los equipos adecuados para trabajar cómodamente. Algunos de ellos son:
- Sillas con espaldares cómodos con soporte para la espalda y el cuello
- Cojines para las lumbares
- Reposapiés
- Soportes para computadoras portátiles, que permitan adaptar el equipo de acuerdo a la altura y distancia que se requiera
Igualmente, aunque el espacio cuente con todos los recursos antes mencionados, lo ideal es que los trabajadores no permanezcan mucho tiempo con la misma postura, sino que la cambien de vez en cuando.
También se recomienda desviar la vista del monitor de la computadora, al menos, cada 15 minutos. Esto evitará que los ojos se cansen y se produzcan dolores de cabeza.
¿CÓMO REDUCIR LOS RIESGOS ERGONÓMICOS?
Existen varias recomendaciones que pueden aplicarse para disminuir estos riesgos en el trabajo. En el caso de los jefes o encargados, aconsejamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Acondicionar los espacios con el fin de que se adapten a las necesidades ergonómicas de los trabajadores
- Renovar las sillas cada cierto tiempo para brindar siempre un buen soporte
Entre tanto, los trabajadores podrán evitar las lesiones musculares si aplican ciertas medidas correctivas, tales como:
- Estirar brazos y piernas cada 30 minutos
- No usar la computadora de no ser necesario
- Utilizar un mouse o ratón de ordenador que sea inalámbrico y más pequeño que la mano
- No situar el mouse justo en el borde del escritorio
- Usar reposamuñecas y alfombrillas acolchadas
- Ubicar el teclado de la computadora a la altura ideal del usuario
- Evitar manipular objetos muy pesados y realizar sobreesfuerzos
Así mismo, algunos especialistas recomiendan practicar yoga después de largas jornadas laborales, ya que es una manera de relajar la musculatura a través de distintos movimientos de estiramiento.
Cabe destacar que, aunque sean diferentes entre sí, en todos los trabajos se debe hacer lo posible para disminuir los riesgos ergonómicos y garantizar que los empleados realicen sus labores sin poner en juego su salud.
Por todo esto, disponer de una completo informe en prevención de riesgos laborales para conocer los peligros a los que tu puesto de trabajo está expuesto es necesario para evitar problemas de salud.