Si pensamos en los sitios de trabajo con más riesgo de sufrir un accidente laboral, es posible que se nos vengan a la cabeza ámbitos como la construcción, las fábricas o aquellos en los que los trabajadores se exponen a sustancias tóxicas, por mencionar solo algunos. Por el contrario, tendemos a ver los riesgos laborales en oficinas como prácticamente inexistentes. Es posible que estas no sean los lugares de trabajo más peligrosos del mundo, si bien sí que tienen ciertos riesgos asociados.
LAS 8 CAUSAS DE LESIÓN MÁS FRECUENTES EN UNA OFICINA
Las oficinas también presentan índices de siniestralidad laboral importantes, aunque hay que decir que los accidentes producidos en este entorno suelen ser, en su mayoría, de carácter leve. Veamos a qué tipo de riesgos se enfrentan quienes desempeñan su actividad en estos espacios.
1. Caídas y golpes
Uno de los principales riesgos laborales en oficinas son las caídas y los golpes contra objetos. En el primer caso, pueden deberse a tropiezos con los cables o, incluso, a resbalones por estar el suelo mojado. En cuanto a los golpes, contemplan desde impactos contra un cajón saliente hasta tropiezos con la papelera. Dependiendo de la gravedad de la situación, podría traducirse en esguinces, torceduras, fracturas o moretones.
2. Malas posturas
La postura habitual de oficina, que suele ser la de estar sentado frente al ordenador, parece inofensiva. Sin embargo, adoptar esta misma postura día tras día durante horas puede derivar en fatiga postural, contracturas, lesiones y comprometer la circulación sanguínea.
3. Manipulación de cargas y/o sobreesfuerzos
Por lo general, la carga de objetos pesados no está entre los cometidos principales de alguien que trabaja en una oficina, aunque esto no es impedimento para que alguna vez tenga que hacerlo. De ahí que la manipulación de, por ejemplo, carpetas y archivadores pesados o cajas con folios para la impresora suponga un riesgo laboral en la oficina, debido a que puede desencadenar dolor de espalda. En el peor de los casos, una lesión.
4. Fatiga visual
Permanecer frente al ordenador durante toda una jornada laboral no solo tiene consecuencias para la espalda, sino también para la vista. El brillo de la pantalla o situarse a una menor distancia de la recomendada podrían acabar perjudicando la calidad de nuestra visión.
5. Contaminantes acústicos
El oído es otro de los sentidos involucrado en ciertos riesgos laborales en oficinas. En esta ocasión, nos referimos a la contaminación acústica de estos entornos, es decir, a todas esas condiciones cuyos niveles de ruido podrían acabar interfiriendo en la salud del empleado.
6. Sistemas de ventilación
La atmósfera en la que se desarrolle el trabajo incidirá en la calidad del mismo. Por ello, una mala ventilación o una deficiente climatización de la oficina podría implicar, en primer lugar, la presencia de olores desagradables y ambiente viciado. Los efectos para los trabajadores podrían ser irritación de mucosas, dolor de cabeza, infecciones respiratorias, etc.
7. Instalación eléctrica
No es difícil que, en alguna ocasión, se produzca un fallo en el suministro eléctrico. En el peor de los casos, esto puede desencadenar un incendio, el cual se presenta como un potencial riesgo laboral.
8. Factores psicosociales
Por último y no por ello menos importante, no podemos olvidarnos de aludir a uno de los riesgos laborales en la oficina por excelencia. Toda empresa está formada por personas, lo que implica relaciones sociales. Nos encontramos en una sociedad cada vez más competitiva, donde la desmotivación o estrés laboral están a la orden del día. Estas y otras situaciones, sin duda, pueden afectar a la salud de los trabajadores.
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