La complejidad y los peligros que entraña la realización de trabajos de construcción o los riesgos en una cocina de restaurante no serán los mismos que la actividad que se desarrolla en una oficina, por ejemplo, sin embargo, tanto unos trabajadores como otros deben recibir formación sobre prl.

Si bien es cierto que los peligros derivados de una actividad y otra son totalmente diferentes, cualquier labor puede suponer una amenaza para la protección de la seguridad y la salud de los empleados.

En este sentido, las medidas de prl aplicadas en una empresa de construcción contemplarán unos factores de riesgos diferentes a los que hay que tener en cuenta en una organización cuya actividad se desarrolla en una oficina, pero siempre se debe llevar a cabo una formación de prl.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA FORMACIÓN EN PRL?

La formación en prl permite una mayor concienciación con los posibles peligros que pueden entrañar la actividad laboral. Así, recibir información y conocer los riesgos relacionados ayudará a evitar cualquier accidente mientras realizamos alguna tarea.

Por otra parte y atendiendo a los aspectos legales, el artículo 42 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (lprl) establece que el incumpliento por parte de los empresarios de sus obligaciones en prl supondrá responsabilidades administrativas así como penales y civiles por los agravios derivados del quebrantamiento de la la ley de prl.

Pero las sanciones o represalias no sólo recaerán sobre las empresas que incumplan la ley de prl sino que será extensible a los trabajadores y es que estos podrán ser amonestados si no cumplen con las medidas de prl establecidas.

De este modo, no realizar una correcta y adecuada formación en prl además de poner en peligro la seguridad de los empleados y aumentar la probabilidad de sufrir accidentes durante la jornada laboral, también podría acarrear penalizaciones para ambas partes.

CARACTERÍSTICAS DE LA FORMACIÓN EN PRL

El artículo 19 de la ley de prl recoge la obligación de la empresa de ofrecer formación en prl a sus trabajadores. Así, determina que “en cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo.

La formación ofrecida en prl a los trabajadores debe estar enfocada en cada tipo de trabajo y específica para cada puesto, es decir, no es la misma instrucción para una persona que trabaja en la construcción que para otra que desempeña sus funciones en un banco, por ejemplo.

Asimismo, la impartición de la formación en prl se debe hacer cuando se realiza el contrato sin importar el tipo de contrato o su duración, durante la jornada laboral, siempre que las funciones del puesto cambien o se introduzcan cambios en la actividad y cuando se incorporen nuevos equipos de trabajo.

En el caso de que no sea posible desarrollar la formación durante la jornada laboral se deberá compensar, es decir, el tiempo dedicado a ello fuera del horario laboral se descontará de la jornada.

En definitiva, es obligación de la empresa ofrecer la formación en prevención de riesgos laborales asumiendo los costes y aportando el material necesario para ello. En riesgoslaborales.net queremos ayudar a que todas las empresas cumplan con la ley proporcionando los mejores proveedores y los precios más competitivos.